Earthing…Los beneficios de volver a conectar con la Tierra
Algo tan sencillo como caminar descalzo puede incrementar la vitalidad y prevenir numerosas enfermedades.
El earthing o grounding es la tendencia a recuperar el saludable hábito ancestral de conectarse con la tierra. Caminar por la grama, pasear descalza por el jardín o por la arena de la playa, es un gesto que llena de energía el cuerpo, recarga nuestras baterías y produce una sensación de bienestar.
Vivimos inmersos en un mar de campos eléctricos y electromagnéticos, tanto naturales como artificiales. La electricidad debiera fluir a nuestro través, pero el calzado y las superficies aislantes cortan el flujo. Entonces se produce una carga que crea tensiones en el organismo y perjudica la salud.
Los procesos eléctricos y magnéticos forman parte de nuestra biología. El buen funcionamiento de sistemas fisiológicos, órganos y células depende del equilibrio eléctrico que condiciona las reacciones químicas.
Así lo señalan los estudios científicos más actuales y novedosos, que han demostrado que tocar la tierra con los pies desnudos, permite al cuerpo reequilibrar sus cargas eléctricas, un proceso básico para mantener la vitalidad y la salud.
El cuerpo es un conductor natural y necesita tanto el contacto eléctrico con la Tierra como precisa del agua o los nutrientes. Por una parte, necesitamos liberarnos del exceso de cargas positivas que se acumulan al mantenerse el cuerpo aislado de su entorno.
También se ha demostrado que refuerza el sistema inmunológico, reduce la inflamación y ayuda a regular la presión arterial, además de generar un efecto positivo en la actividad cerebral y mejorar la calidad del sueño reduciendo los niveles de cortisol y por lo tanto el estrés y la ansiedad.
El contacto con la superficie de la tierra equilibra los sistemas biológicos.
Te relaja. La activación del sistema nervioso parasimpático reduce los síntomas de ansiedad, las frecuencias cardiacas y respiratoria, la tensión arterial y la secreción de las hormonas estresantes adrenalina y cortisol.
Desinflama. Los electrones que proceden del suelo reducen la inflamación y la oxidación, y con ello, el dolor y los daños sobre las células.
Proporciona energía. Se ha demostrado que reduce la concentración de glucosa en sangre y orina, estabiliza los niveles de hierro y favorece la obtención de energía.
Te protege. Evita los efectos negativos de los campos electromagnéticos sobre el organismo.
Sincroniza tus ritmos. Contribuye a que los ritmos del cuerpo estén armonizados con la noche y el día. Mejora tanto el sueño por la noche como la sensación de vitalidad durante el día.
Cómo reconectar con la tierra
Para reconectar con la tierra intenta caminar descalza siempre que puedas, en el jardín, el parque, la playa o el bosque. O simplemente siéntate de manera que tus pies hagan contacto con el suelo. Medita, lee un libro o solo respira. No uses el celular mientras lo haces. Realiza el ejercicio por lo menos 20 minutos, si puedes llegar a una hora, los beneficios serán mayores. Cuanta más superficie de piel tengas tocando el suelo mejor, incluso sumergirte en el mar o en las aguas de un río va a provocar ese efecto beneficioso para la salud haciendo una recarga de electrones que además tiene un efecto relajante. Si no tienes un lugar donde caminar, ten plantas en tu casa y haz contacto con ellas siempre que puedas.
Somos holísticas. Recuerda que como es adentro, es afuera.
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Catherine García